La fotografía de cascadas se ha vuelto una escena predilecta para mí.
Admirar su fuerza, su flujo y contraste, hacen que nunca deje de sorprenderme de este elemento vital que recorre muchos kilómetros y que a su paso otorga vida a todo lo que la rodea.
La luz puede llegar a provocar distintas tonalidades en el agua y estos momentos son los de mayor provecho.
Una de las técnicas que uso en ésta área, es la creación del efecto seda, mediante el manejo del tiempo de exposición para lograrlo. No siempre la uso, ya que también congelar el movimiento de una cascada me permite apreciar la fuerza de la misma.
Te invito que puedas disfrutar de cada una de estas fotografías de distintos rincones de Chile.